viernes, 18 de septiembre de 2009

El culto al Tiburón en la Provenza francesa

En Francia existen auténticos templos del culto al Tiburón. Yo no los conozco todos, pero estoy seguro de que no abundan. Hoy os voy a hablar de uno de ellos. Se llama AA Garage y está en la región francesa de Provenza, no muy lejos de Marsella. Quizá lo conozcais por sus páginas web http://www.aagarage.com/ o http://www.citroen-ds-cx.com/ . Es un lugar donde se adora a los Citroën, en particular DS, CX, SM y 2CV, pero también a los clásicos en general. Su propietario compra, vende y restaura tanto coches enteros como piezas sueltas. Y dado el stock de coches que tiene, es uno de los mejores sitios para encontrar piezas de ocasión, de esas que ya no encontrarías en ningún sitio. Aquí tenéis unas fotos.


Qué delicia ver tantos DS juntos:


Y como véis hay Citroën de todas las épocas.

Este es un DSuper de 1974 que llegó a despertar mi interés cuando yo buscaba un Tiburón para comprar. Obviamente, la oferta que me hicieron era por el coche restaurado, no como lo veis aquí. No era una mala ocasión, pero finalmente no pudo ser.

Esta foto es de mi última visita, en la que aproveché para comprar un soporte de filtro de aire que necesitaba. Como siempre el material a la vista era interesantísimo: SM, CX y DS en primer plano.

Y a la entrada, al borde de la carretera, varios SM y CX a la venta. Entre ellos un SM que había sido transformado en diésel... ¡vaya ocurrencia!

Enfin, si estáis interesados en los Citroën clásicos este es un sitio al que merece la pena ir a informarse e incluso considerar para una posible compra. Ah, se me olvidaba, el dueño de este lugar ha "metido" dentro de un 2CV el motor, la caja y la suspensión de un CX 25 GTI Turbo. El resultado es increíble, no os lo perdáis en http://www.aagarage.com/2cv/index.html

jueves, 3 de septiembre de 2009

El Olimpo de los Citroën clásicos

De todos los lugares que he visitado relacionados con los Citroën D hay uno que sin duda calificaría como el Olimpo de los Citroën clásicos. Me refiero al Citromuseum, un museo dedicado a los Citroën producidos durante el periodo que va del fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la compra de Citroën por Peugeot y el nacimiento del grupo PSA, es decir de 1945 a 1975. El museo está situado en la localidad francesa de Castellane (Alpes-de-Haute Provence, 04), al sudeste del país, no muy lejos de la Costa del Sol. Su página web es http://www.citromuseum.com/ .

Este lugar refleja hasta qué punto se puede llevar una pasión por la marca del doble chevron. En este caso es la del dueño de la colección, el señor Henri Fradet, al que tuve la ocasión de conocer en esta visita. En nuestra conversación pude comprobar, como es natural, que mi nivel de conocimiento sobre el Tiburón está todavía a gran distancia del suyo. La colección del Sr. Fradet es totalmente excepcional no sólo por el número de ejemplares, sino porque se trata de automóviles que hay sido muy bien conservados a lo largo de su historia y que además tienen un increíblemente bajo kilometraje.

El museo tiene alrededor de 50 vehículos, de los cuales 15 modelos de la gama D, acompañados de un número variable de Traction Avant, 2CV, Ami 6 y 8, Dyane, GS, GSA, SM, Mehari, CX y la furgoneta HY. Una de los aspectos que más me sorprendió de este museo es que, junto a cada automóvil, además de describir sus caraterísticas técnicas y su kilometraje, el dueño contaba la historia del coche y cómo había llegado hasta su colección. Y es que algunas de esas historias eran realmente curiosas.

Esta es la entrada del museo, en la que un DS Pallas gris metalizado y un Ami 6 te dan la bienvenida.


Y dentro, os espera esto... ¿Acaso no es el Olimpo?

De entre la formidable colección de Tiburones os ofrezco fotografías de los que más me llamaron la atención. Para comenzar, este DSuper de 1969, con un bonito color azul AC 630, Bleu Danube.

A continuación un coche con una historia especial. Su propietario sólo lo usaba para irse en verano a España de vacaciones y nada más. Por esa razón el Sr. Fradet encontró en su interior un folletito que la casa Citroën francesa entregaba a sus clientes y que, imagino, reflejaba la realidad que se vivía en aquellos años en nuestro país. El papelito deseaba a sus clientes un feliz viaje por España y les indicaba los datos de las concesiones Citroën de Madrid y Barcelona para poder dirijirse a ellas en caso de necesidad. Pero por otro lado se informaba que si se era propietario de un 2CV, Dyane o Ami no habría mayor problema para encontrar recambios. Pero en el caso del DS se advertía, con bonitas palabras pero claramente, de que en España ni había apenas recambios ni los talleres oficiales conocían a fondo ese modelo. El coche en cuestión es un DS 21 Pallas de 1967 color Gris Palladium (AC 108).

Seguidamente un DS 19 de 1961 con sólo 37.000 km. y una pintura realmente original. Según explicaba la ficha del vehículo, este color (Ambre doré AC 308) sólo estuvo en catálogo durante un año. Además este modelo tiene unas rejillas de ventilación sobre las aletas que sólamente lucieron los ejemplares producidos entre 1959 y 1962. Todo ello hace de él un Tiburón realmente raro. Su historia cuenta que fue la mujer del propietario la que escogió el original color.


A continuación otro color llamativo: un ID 19 de 1963 color Bleu de Provence AC 612. Un Tiburón del color de la lavanda... pura poesía. ¡Y sólo con 27.000 kilómetros!


Para terminar, la pieza más rara de la colección. Se trata del DS más antiguo del que se tiene conocimiento. Su número de serie es el 000032. Es un DS 19 fabricado en octubre de 1955, y su numeración atestigua que fue fabricado de forma artesanal, ya que la cadena de montaje del DS no comenzó hasta febrero de 1956. La maravilla es que el coche funciona perfectamente y con sólo 69.000 km.




Aquí podéis ver su placa con el número de serie.



Una visita inolvidable...


lunes, 31 de agosto de 2009

Vacaciones en DS Break

Un amigo me ha enviado algunas fotos de sus recientes vacaciones a bordo de un DS 23 Break. Ahí lo tenéis en pleno camping y mojado por el rocío mañanero. Además el coche se encuentra cerca de su propia historia ya que las fotos están tomadas en el centro de Francia, cerca de Clermont Ferrand, que como sabéis es la patria chica de los neumáticos Michelín, de siempre estrechamente ligados a Citroën.



Ah, paciencia... sólo es cuestión de paciencia antes de que el mío esté listo para aventuras similares. Gracias a Jorge por las fotos.

lunes, 17 de agosto de 2009

Encuentro inesperado con un Tiburón

Una de las mayores satisfacciones para mí es encontrarme de vez en cuando frente a algún Tiburón, de los pocos ejemplares aún existentes. Normalmente estos encuentros suelen estar ya previstos, cuando me cito con algún otro aficionado, o pueden ser más o menos esperados, al visitar alguna feria de coches clásicos. Lo más raro es encontrarse algún DS por sorpresa, pero a veces ocurre y es aún más suerte llevar consigo la cámara de fotos. En este blog tengo previsto publicar numerosos de estos encuentros con otros tiburones, que colecciono con mucho agrado.

He decidido comenzar contándoos uno de los mejores encuentros que he tenido hasta ahora. La peculiaridad reside en que, además de ser un encuentro inesperado, el ejemplar era de una calidad muy notable.

Encontré este Citroën en el parking de vistantes de una pequeña feria de clásicos celebrada en la primavera de este año en las afueras de Madrid, concretamente en Vicálvaro. Fue una sorpresa muy agradable, pues su estado era muy bueno. Obviamente no puede ver el motor, pero la pintura y los interiores habían sido objeto de una buena y amplia restauración en su conjunto. Aquí lo tenéis.

Enseguida llamó mi atención ya que por primera vez me encontraba, y casualmente bastante cerca de mi casa, frente a un DS del mismo color que el mío. Y no sólo por fuera... también los interiores eran del mismo color e incluso mejores que los míos, ya que los míos están todavía inacabados de restaurar y estos estaban completos y nuevecitos. Respecto al color de la pintura, como habréis visto en los anteriores post, mi DS tiene el techo negro y este es del mismo color (gris nacré). En mi caso se trata de una licencia a la originalidad, ya que en la época de mi coche se podía pedir el techo negro, distinto del resto del color de la carrocería, pero no era pintado sino forrado de vinilo. A mí me encantaba el techo negro, de distinto color que el resto, pero cuando tomé la decisión de pintarlo, aún desconocía este asunto del vinilo. Es un detalle que resta originalidad a mi coche. Quizá algún día lo corrija, pero no hay prisa.

Este comentario sobre el respeto a la originalidad a la hora de restaurar los clásicos enlaza con el interminable debate sobre el purismo en la restauración. Es decir, se deben restaurar los clásicos absolutamente conformes a como eran en la época o dejarlos exactamente al gusto de cada uno. Este no es el lugar para debatir sobre eso y al final cada uno hace libremente lo que desea con su clásico. Pero sí que tiene que ver con fenómeno cuando menos interesante. Se trata de restaurar un DS Confort (denominación comercial que usaba Citroën para referirse a los DS con acabado no Pallas) o un ID (que como sabéis es un coche con carrocería y chasis idénticos al DS pero con motorizaciones inferiores, sistemas hidráulicos algo menores y acabados más modestos) con el equipamiento y el acabado de los DS Pallas. Es obvio que el acabado Pallas resulta muy vistoso y atractivo, por lo que esta operación, a la cual yo llamo "pallasización", no es del todo infrecuente.

A lo largo de los 20 años de producción de la gama D (DS + ID) existen casi infinitas versiones de acabados y equipamientos, así como los correspondientes restylings y detalles cambiantes en el exterior, el habitáculo y el compartimento motor. Eso hace que, aunque los Tiburones parezcan todos iguales a primera vista, no lo son. Más aún cuando es un coche que exceptuando los últimos seis años de su fabricación fue parco en signos identificativos exteriores. Pero sólo por el aspecto exterior y del habitáculo ya se podría identificar la versión y más o menos el periodo de fabricación. No obstante, el necesario uso de piezas canibalizadas y de desguace, inevitable en los clásicos, hace que nos encontremos a veces con elementos que pueden no corresponder a una versión concreta y dificultan la identificación. Para mí, encontrarme con un DS y tratar de identificarlo con la mayor exactitud posible es uno de mis pasatiempos favoritos.

Con este modelo fue un placer ya que se trata de un trabajo de pallasización muy logrado. En primer lugar comprobé que el vehículo en cuestión era, originalmente, un Citroën ID, puesto que disponía de un pedal de freno tradicional. Siendo un ID de origen, era imposible que ese coche fuese Pallas ya que ese acabado sólo se ofrecía en los modelos DS. Mientras tanto, el equipamiento Pallas saltaba a la vista, sobre todo en el interior. Además me resultaba inconfundible porque era el mismo que el mío: tapicería mixta lisa-rayada, exclusiva Pallas, paneles de puertas con mezcla de fieltro y skai blanco, así como la banda superior acolchada blanca. El guarnecido de techo color gris claro (también Pallas)... vamos, un interior perfecto y totalmente Pallas, como se puede ver.


Es en el exterior donde se aprecian algunas ligeras incoherencias respecto al acabado Pallas y a las diferencias entre DS e ID. En la siguiente foto podemos apreciar que los pilotos traseros son negros (de ID o DS Confort). Si fuesen Pallas la parte negra tendría que ser plateada. También (si clicáis en la foto veréis el detalle) la placa que cubre el pilar trasero del coche es de aluminio liso con la mención "Pallas" escrita. Es un buen detalle, que a su propietario le habrá obligado a buscar de propio una placa así ya que la original de su ID sería de aluminio rayado y sin poner "Pallas", por supuesto. Lo que ocurre es que es una incoherencia temporal, ya que la mención Pallas en el pilar sólo se puso a partir de 1973. Y ese coche, por los tiradores de puerta que lleva, no puede ser posterior a 1969.


Hay dos detalles más en los que no se ha podido completar el acabado Pallas. El primero es que carece de molduras pequeñas cromadas en los bordes superior e inferior de las puertas. El segundo es que los tapacubos son de DS Confort y no de Pallas. Entiendo al propietario ya que en ambos casos son operaciones costosas o delicadas. En el primer caso es que los coches que no fueron Pallas originales, no llevan taladrados en la carrocería los agujeritos necesarios para alojar las grapas que sujetan dichas molduras. Hacer los dichosos agujeritos es harto complicado ya que son un montón y si te tuerces un poco en alguno, ya no quedará bien. Y respecto a los tapacubos, es una pieza bastante cara. Por ello supongo que quizá lo ha dejado para una mejor ocasión.

Os dejo una foto más de este muy interesante ejemplar, a todas luces muy bien conservado. Uno de los aspectos que más me impresionó fue el impecable estado de su chapa y pintura. Si su propietario/a lee este blog o alguien le conoce, le agradecería mucho que se pusiese en contacto conmigo, ya que me encantaría conocerle.




viernes, 14 de agosto de 2009

Mi Citroën DS


Como es de rigor comenzaré este blog describiendo el Citroën DS que me honra poseer.

Se trata de un DS 21 Pallas fabricado en 1971. Tiene un motor de carburación de 2.175 c.c. y caja manual de 5 velocidades, con 115 CV de potencia. El color de la carrocería es Gris Nacré (código AC 095) con techo negro (AC 200). La tapicería es de fieltro color Burdeos mixta (lisa-rayada).


Lo compré a finales de 2007 en un pueblo de Lérida, a un dueño honesto y amable que, sin haberle hecho restauración de peso alguna, lo había mantenido bien a lo largo de 10 años. Afortunadamente estaba bastante sano de corrosión, y eso me animó mucho a comprarlo. Por otra parte se notaban defectos en la suspensión y embrague duro, así como una pequeña fuga de líquido hidráulico LHM. Todo ello a tener en cuenta como reparaciones necesarias.


Además, como veréis en la foto, su curiosa pintura exterior granate y negra (no original, por supuesto) hacía casi inevitable un repintado. La tapicería y las moquetas también pedían una renovación completa. Trabajos todos ellos que fui realizando, algunas veces por mí mismo, otras veces por profesionales, a lo largo de los siguientes 10 meses. En ese tiempo también hice hacer una serie de reparaciones mecánicas necesarias: renovar frenos, rectificar culata y cambiar la junta, rehacer toda la refrigeración, la dirección, cambiar las esferas y algunos detalles más. Todo ello en Talleres Anzoma de Madrid. Tras ese periodo el coche experimentó una gran mejoría en su conducción y en su aspecto general. Se convertía en un vehículo bastante presentable.

No obstante, el trabajo no termina ahí. Quedan pendientes ciertos detalles estéticos de relativa importancia, sobre todo en el interior del habitáculo, como son cambiar y renovar el interior de las puertas (pues los paneles antiguos no están a juego con la nueva tapicería) así como el guarnecido del techo, que no es original y debe ser sustituido. A día de hoy me encuentro enfrascado en estas tareas y el coche de hecho se encuentra desmontado parcialmente para llevarlas a cabo.


Considero que el restaurar este Tiburón es una afición para el resto de mi vida y por ello voy haciendo las cosas poco a poco, sin prisa, también para que económicamente sea más soportable. Esto supone que cuando acabe las tareas que he descrito, tomaré un descanso y el coche rodará una temporada hasta que comience su siguiente fase de restauración, esta vez mecánica pura y dura. Ésta consistirá en sustituir algunas piezas del escape, el posible cambio del equipo motor (sí, sí, ya que lamentablemente el motor va quemando algo de aceite a ratos) y la también posible reparación del embrague (ya que nos ponemos con el equipo motor mejor será aprovechar todo ese desmontaje).


Este es el coche en su estado actual.



Y esta es una foto de su interior. Como veis los paneles de puertas deben ser cambiados por unos de color burdeos a juego.



jueves, 13 de agosto de 2009

PRESENTACIÓN

















Saludos a todos,


Bienvenidos a este blog, dedicado a mi afición por la serie D de Citroën, es decir los automóviles Citroën DS e ID, más conocidos en España como Citroën Tiburón. Estos modelos se produjeron entre los años 1955 y 1975. 20 años que dan para mucho: multitud de variantes con acabados y motorizaciones distintas. Una maraña de variaciones que comparten unos hechos comunes definitivos: un diseño irresistible y una serie de innovaciones técnicas que hicieron de este coche un verdadero adelantado a su tiempo.

El propósito de este blog es compartir mi pasión por este vehículo, contando mis experiencias personales relacionadas con él. Ya hace casi tres años que comencé esta afición, por lo que lo que aquí quedará escrito no será siempre de la máxima actualidad, pudiendo tratarse de experiencias pasadas pero interesantes.

Quisiera dedicar a este blog a mis amigos y conocidos, también aficionados al Citroën DS: Michael, José María, Adolfo, Carlos, Chema, Jordi, Jorge, Roberto, Ed, y otros que seguro irán llegando. También quiero dejar constancia de una mención especial a mi mujer por su cariño y comprensión ante una afición que, inevitablemente, no hace sino restar algo del tiempo y dedicación que le debo a ella.

Espero que este blog sea de vuestro agrado y que disfrutéis con mis historias del Tiburón.